24 enero 2012

Cruce de libros


     El término bookcrossing da nombre  a una práctica que consiste en liberar un libro en un lugar público para que quien lo desee se lo lleve, lo lea y lo libere a su vez; de este modo, otro potencial lector también puede encontrarlo y disfrutarlo. Con ello, los amantes de la lectura acceden a una "biblioteca mundial" en la que los llamados bookcrossers forman una comunidad que comparte libros en países tan diversos como Estados Unidos (país de origen), Argentina, Brasil, China, Japón, Alemania, Inglaterra, Francia o la propia España entre otros.

     Una parte importante de esta iniciativa consiste en registrar nuevos ejemplares en bookcrossing.com y seguir los pasos sugeridos en dicha página; de este modo, podremos llevar un seguimiento de los libros que liberamos y otros "cazan", y también accederemos a opiniones de quienes los van leyendo. Para todo ello, es necesario imprimir y pegar una etiqueta que identifique al volumen como un "Libro libre", e incluir un código que se nos aportará cuando registremos el nuestro.

     Como hemos mencionado al principio de este artículo, también se puede participar en este movimiento leyendo un libro bookcrossing que encontramos y escribir su código en la web para que anteriores lectores sepan dónde se encuentra. Tras leerlo, si queremos aportaremos nuestra valoración; finalmente, lo liberaremos, ya que de lo contrario se rompería la cadena.


     En la web oficial de la comunidad en España se puede acceder a toda la información relacionada con su  actividad a nivel nacional: foros, artículos, agenda, zonas bookcrossing, prensa, etc. También se pueden visionar vídeos relacionados: para muestra, un botón.

     Cualquiera puede comenzar a liberar libros en una ciudad o colegio; sin embargo, esta iniciativa tendrá mayores probabilidades de éxito si organismos como bibliotecas, centros culturales, librerías o los propios colegios la impulsan y respaldan, ya que resulta fundamental acompañar a nuestros niños y jóvenes en este tipo de actividades si queremos que se mantengan fieles.


Un abrazo.



16 enero 2012

Encuentro con el escritor Alfredo Gómez Cerdá



   Los contactos  directos con escritores  consagrados o por lo menos conocidos eran en otros tiempos  algo casi imposible. Como mucho, los interesados por la Literatura teníamos algunas oportunidades de oírlos  en la radio o incluso verlos en la televisión respondiendo a entrevistas más o menos intensas dependiendo del entrevistador y del juego que diera el escritor entrevistado. Esos momentos tenían para algunos de nosotros algo de magia, bebíamos cada una de sus palabras con fruición, captábamos sus respuestas por todos los poros del cuerpo, los escuchábamos con una reverencia casi idólatra… Así recuerdo yo, siendo muy joven haber  esperado con ansiedad comparecencias en la televisión de escritores como Miguel Delibes, Camilo José Cela, Carmen Martín Gayte…y tantos otros…pero estar frente a frente con ellos, poder acercarnos a saludarles, preguntarles algo o pedirles que nos firmaran un ejemplar de algunos de sus libros, era más difícil. Pasado un tiempo, ya de mayor sí que pude asistir a algunos encuentros con escritores a los que admiraba y disfrutarlos a corta distancia. Pero lo que entonces no pasaba, al menos yo no lo recuerdo es que los escritores acudieran a los colegios y los alumnos pudieran hablar con ellos en primera persona.

    Sin embargo, ya hace mucho tiempo que esta actividad que consiste en la presencia de un escritor en los centros para dialogar con los alumnos sobre algún libro en concreto o sobre lo que ellos le quieran plantear, es bastante habitual : La semana pasada, concretamente el día 9 de Enero, como si quisiéramos  celebrar el comienzo del segundo trimestre, teníamos concertada la presencia en nuestro colegio del escritor Alfredo Gómez Cerdá. Los alumnos de 4º de la ESO habían leído uno de sus últimos libros “El rostro de la sombra” y acudieron al Salón de actos para hablar con él sobre el libro leído u otros temas relacionados también con la literatura y el proceso de escribir. La sesión duró alrededor de una hora en la que bastantes chavales le preguntaron a Gómez Cerdá aspectos concretos de “El rostro de la sombra”. Muchos fueron los que le pidieron que les contara el final del libro porque quedaba , en su opinión,  demasiado abierto para su gusto, otros preguntaron cómo se le había ocurrido el argumento, por qué escribía, quiénes eran sus autores favoritos…muchas preguntas a las que Gómez Cerdá fue respondiendo con calma, sencillez, claridad, sentido del humor  y cercanía. Los alumnos estuvieron atentos e interesados. Cuando se les preguntó por la actividad las respuestas fueron del tipo “entretenida y divertida; el escritor tenía humor”, “bien, porque el escritor fue cercano, simpático y estuvo gracioso” “agradable; ha sido interesante poder hablar con un autor para saber cómo es su vida””interesante exposición la que nos hizo Alfredo ya que todos pensábamos que iba a ser aburrido”(genial)… De esta índole son la mayoría de las respuestas aunque también hay algunas negativas pero muy escasas.



   Por mi parte quiero aprovechar la oportunidad que me ofrece el blog del Plan de lectura del colegio para agradecer varias cosas:
  • En primer lugar, la posibilidad de acercar a nuestros alumnos al propio escritor, que es algo que por propia experiencia, al menos algunos chicos recordarán durante mucho tiempo  y los “forofos “ de la literatura (que los hay,) siempre.
  •  En segundo lugar y mucho más importante, quiero agradecer a Gómez Cerdá que haya abordado de una forma tan cercana a la gente joven, uno de los temas tratados hoy en día con menos acierto (por decirlo suavemente): me refiero al tema de la culpa. Hemos pasado de una sociedad en la que se nos culpabilizaba por todo (lo cual resultaba angustioso) a una sociedad en la que nadie es culpable de nada, la responsabilidad y la culpa han desaparecido de nuestros valores y eso puede tener consecuencias terribles. Es esta falta de caer en la cuenta de las consecuencias que tienen nuestros actos el principal problema abordado por el escritor en “El rostro de la sombra” y es el hecho de situar a nuestros chavales brutalmente ante esas consecuencias lo que yo agradezco,  pues como adultos sabemos que necesitamos enfrentarnos a los hechos para pensar y decidir cuál debe ser nuestra reacción.
    En la antigua Grecia, los abundantes espectáculos teatrales servían precisamente para educar al pueblo colocándolo frente al espejo en el que se veían reflejados y así poder elegir comportamientos personales a través de la reflexión propiciada por el argumento de la obra.

   Así, como en el mundo clásico, los libros y éste en concreto cumplen una labor importantísima cuando sirven para hacernos pensar y nos “educan” también en  el sentido clásico de “conducen”.

En definitiva, la experiencia, en mi opinión ha merecido la pena por todos los motivos expuestos arriba y muchos otros que me he dejado en el tintero para no alargarme todavía más. Muchas gracias
Loli

(Actualización del 17 de abril de 2013: El rostro de la sombra acaba de ser galardonado con el Premio Hache de literatura juvenil. En la revista online El Templo de las Mil Puertas podéis acceder a más información. ¡Muchas felicidades, Alfredo!)

10 enero 2012

Lecturas compartidas (II)

  ¿Podríamos imaginarnos a los Caballeros del Rey Arturo sentados alrededor de la Tabla Redonda relatándose mitos y leyendas? Quizá sí. ¿Cabe pensar que cada uno de ellos contaría las historias que más le agradaran? Probablemente también ¿Y cómo se sentirían en esos momentos dedicados a la narración y la imaginación ...?

     Una forma de fomentar la lectura en nuestras clases consiste en ofrecer a los alumnos la oportunidad de hablar a sus compañeros de los libros que les gustan.

     Para ello, es primordial dejarles elegir sus lecturas, y hacerlo bajo nuestra supervisión, en aras a garantizar una mínima calidad literaria y de contenido. Es muy importante que sepamos qué están leyendo nuestros alumnos, por lo que resulta indispensable ojear pequeños fragmentos elegidos al azar para valorar el libro que proponen. Las reseñas y resúmenes de la contraportada también son útiles para conocer el contenido general de la obra, aunque no sustituyen la lectura de fragmentos mencionada.


     Existe una amplia selección de libros de calidad que gustarán a nuestros alumnos: obras que promueven valores, novelas que inducen a la reflexión, libros llenos de humor e ingenio, otros que cuestionan lo comúnmente aceptado y un largo etcétera de posibilidades a su alcance en bibliotecas, librerías y hogares. Ello hace que los niños y adolescentes tengan opción a elegir lo que se adapta a sus gustos y capacidades.


     Además, al existir una elección tan extensa, en numerosas ocasiones los chavales recurren a sus amigos, hermanos, padres o profesores en busca de orientación, con lo que de ese modo se entablan pequeñas conversaciones en torno a la lectura interesantes en muchos casos, ya que en ellas surge la posibilidad de compartir con el otro y de conocerlo un poco más.

     Una vez elegida la lectura, y habiéndole dado a ésta una oportunidad real, los alumnos deberían saber que pueden cambiarla por otra si se dan cuenta de que no les gusta. ¿Acaso los adultos no dejamos más de una y dos veces un libro cuando no nos convence? En este sentido, creemos importante animar a los chavales a que no dejen el ejemplar antes de tiempo, y que sepan que unas páginas más adelante podría comenzar a gustarles. Si a pesar de ello continúan sin mucho entusiasmo, es buen momento para elegir una nueva obra.

     En "Lecturas compartidas (I)" mencionamos la necesidad de que los profesores propiciemos "tiempos y espacios dedicados a la lectura" en el aula, y es esencial que nuestros alumnos dispongan semanalmente (cuando no diariamente) de unos minutos para la lectura del libro que cada uno presentará a la clase en un plazo determinado. Por ello, resulta básica una coordinación departamental que contemple este aspecto.

      Cabe añadir que los alumnos completarán fuera del aula la lectura del libro correspondiente, en lugares donde también le dedicarán el tiempo necesario: su casa, una biblioteca, el medio de transporte empleado, etc.

     Para que los chavales preparen la presentación de su libro a la clase, es necesario que los profesores les aportemos una Guía de Lectura que recoja los pasos a seguir en la puesta en común. Se trata de una serie de puntos cuyo objetivo consiste en que los alumnos se centren en aspectos que consideremos interesantes para el posterior coloquio y que, a la vez, puedan resultarles estimulantes. Además, es una guía viva, abierta a futuros cambios y adaptaciones en las que las opiniones y propuestas de los alumnos tienen cabida.

     En el momento de la presentación la clase se sienta formando un círculo, lo cual hace que la actividad resulte más grata a todos. Tras la intervención de cada alumno, los compañeros pueden formularle preguntas y opinar sobre lo que acaban de escuchar. Con ello, entre otros aspectos se fomentan la escucha, la reflexión, el análisis y la crítica constructiva; además, ésta es una iniciativa en la que los profesores tenemos la oportunidad de escuchar a nuestros alumnos y de aprender de ellos.

     A la hora de valorar estas puestas en común de las lecturas de cada alumno, las opiniones más repetidas de los chavales son "tenemos conocimiento de libros y autores que pueden gustarnos", "ha sido interesante", "ha estado bien"  "me ha gustado"; incluso hay quienes han afirmado que "al ser exposiciones orales, podemos transmitir con mayor facilidad lo que sentimos".

     Para terminar, nos queda mencionar que la experiencia descrita en este artículo se ha llevado a cabo en Lengua y Literatura. El reto consiste en ampliarla a otras asignaturas ...

Un abrazo.